Memoria, ideario
y práctica de la democracia.
Entrevista
con Antoni Domènech
Julio César Guanche
Ensayista e investigador.
El republicanismo es una tradición política de esenciales de la tradición republicana, como aquelos que
más de dos mil años, que en los últimos dos
le otorgan su carácter democrático.
siglos había estado cubierta en gran medida
El entrevistado, el catedrático catalán Antoni
por la historia del liberalismo, que presentó
Domènech, es una de las grandes autoridades en el tema
las grandes conquistas republicanas como una larga
dentro del ámbito europeo. Resistente en su juventud al
evolución «liberal». Sin embargo, el origen de este es
franquismo, ha dedicado su obra a la teoría y la memoria
muy reciente: fue bautizado como tal apenas en 1812.
de la democracia, que considera «la idea más poderosa
La evolución liberal ha sido, en rigor, la de la oposición
de la historia».1
a las tesis republicanas, en particular sobre dos conceptos
Filósofo ilustrado, marxista prebolchevique u
esenciales: la libertad y la propiedad.
«originario», formado, como corresponde a esta tradición,
Un neorrepublicanismo académico, recuperado en
en los campos de la historia, filosofía, economía,
distintas versiones a partir de los años 60, goza hoy de
matemáticas y lingüística, es un pensador tan erudito
gran relevancia en el debate académico y la política
como incómodo y heterodoxo. Esta entrevista es un
práctica, por ejemplo, con el comunitarismo y el propio
botón de muestra: su pensamiento revisa integralmente
liberalismo. Nombres como Bernard Bailyn, Gordon S.
la historia de la filosofía tenida como estándar hasta hoy,
Wood, John G. A. Pocock, Quentin Skinner, Philip Pettit,
lo que se extiende hasta el marxismo. Pero su labor está
han protagonizado en distintos momentos, y por diferentes
lejos de ser solo académica. Junto a un grupo de colegas
vías, un revival académico neorrepublicano. De su mano,
de diversos países ha dado vida a un proyecto editorial
ganó nuevamente un lugar como la tradición central
y político nombrado Sin Permiso (www.sinpermiso.info),
de la historia política, originada en el mundo clásico y
que con más de treinta mil lectores diarios, aspira a
proyectada hacia nuestros días, informando en el trayecto
devenir una corriente de opinión y práctica política, que
las revoluciones inglesa, holandesa y norteamericana,
acompañe y analice las luchas políticas contemporáneas
todo el o como forma de reivindicar de manera crítica los
por la democracia, la república y la revolución, pues
temas que el liberalismo había abandonado.
comprende que la ecuación que las relaciona es la
En esta entrevista se narra la apropiación del
condición de su posibilidad.
republicanismo desde otra arista: se reconstruye la
historia de la democracia «plebeya», de la democracia
Usted ha afirmado que para cualquier marxista de los
«fraternal» y del socialismo marxista como contenidos
años 30 era una perogrul ada decir que el marxismo
126 Julio César Guanche
n. 71: 126-135, julio-septiembre de 2012

era parte de la tradición republicana. ¿Cómo se perdió
y la proclamación de la Primera República—, la
esa identidad? ¿Con qué intenciones se ha fabricado esa
explicación más común y de manera tácita aceptada fue
disociación entre marxismo y republicanismo? ¿Cuáles
que la Rusia de principios del siglo xx se parecía mucho
son sus consecuencias?
a la Alemania (y a la Europa occidental) de 1848.
En realidad, lo que subsistía todavía entre los
¿Y cuándo se perdió la conciencia de que el marxismo
marxistas de los años 20 y los 30, era la memoria de
originario venía de la tradición política republicano-
que el marxismo originario era autoconscientemente
democrática?
republicano, es decir, que Carlos Marx y Federico
Engels venían de la tradición política republicano-
En la misma época en que empezó a hablarse de
democrática. Pero ya el viejo Engels, en los 90 del
«democracia burguesa», un oxímoron que no puede
siglo xix, se desesperaba con sus amigos y discípulos
encontrarse una sola vez en las obras de Marx y Engels.
directos, dirigentes de la socialdemocracia marxista
Max Weber y Rosa Luxemburgo, por ejemplo, hablaron
alemana (SPD) —August Bebel, Karl Kaustky, Gerard
de «democracia burguesa» en el mismo sentido en
Bernstein— por su incapacidad para plantear de
que Marx y, sobre todo, Engels habían hablado de
manera abierta, bajo la Monarquía constitucional
«democracia pura», un concepto que no denotaba
guillermina, la lucha por la República democrática.
un régimen político: «democracia», para la tradición
Sin esta República, los avances parlamentarios no
democrática no ha significado tanto un «régimen
irían políticamente muy lejos dentro de una Monarquía
político», como el movimiento social y político del demos
sin sufragio universal pleno y no parlamentaria
(de los trabajadores que viven por sus manos, del «cuarto
—sino meramente constitucional. En 1910, dentro
Estado» —la burguesía era el «tercer Estado»).
de la SPD, Rosa Luxemburgo, desde la «izquierda»,
«Democracia pura» y luego «democracia burguesa»
planteó abiertamente esta batalla sin mucho éxito.
significaban a finales del xix y comienzos del xx el
Asimismo en Francia, bajo la Tercera República, Jean
movimiento social, en decadencia histórica, de las capas
Jaurès, desde la «derecha» y con mejores resultados,
y estratos populares feroz y rápidamente expropiados
presentó el socialismo obrero francés como el gran
y desposeídos por la tremenda dinámica capitalista de
heredero de la Primera República revolucionaria
la belle époque (1871-1914), de los restos, esto es, de un
francesa de 1793, contra la pseudoortodoxia marxista
«cuarto estado» en proceso de proletarización.
socialdemócrata de Jules Guesde, cuya influencia
Fue el eficaz aparato de propaganda bolchevique
sobre Pablo Iglesias ha sido una de las insuficiencias
el que acuñó el término «democracia burguesa» en el
originarias del socialismo español. No tuvo el Partido
sentido que ahora se atribuye al «marxismo»: en plena
Socialista Obrero Español (PSOE) ni una Rosa
Guerra civil, combatiendo a vida o muerte contra
Luxemburgo —en el ala izquierda— ni un Guesde
una contrarrevolución manifiestamente apoyada por
—en la derecha—, lo que le hizo salir muy temprano
los aliados —la República estadounidense, la Tercera
de la lucha políticamente consciente por la República
República francesa y una monarquía británica ya del
democrática: la vida efímera y el trágico final de la
todo parlamentaria y dotada del sufragio universal
Primera República española no es ajena a el o.
(masculino) que otorgó el primer gobierno obrero
En resolución, una buena parte de la socialdemocracia
laborista de MacDonald en 1918—, los bolcheviques
marxista de la Segunda Internacional, ya antes de
en el poder usaron por primera vez el término
la Primera guerra mundial, y tanto en la derecha
«democracias burguesas» para referirse a esos
—reformista-evolucionista— como en la izquierda
regímenes políticos.
«maximalista», era conocedora del republicanismo
Excepciones muy importantes a esa pérdida de
democrático-revolucionario de Marx y Engels. Pero en
autoconciencia republicana acontecida a partir de
lugar de entender ese republicanismo como la tradición
ahí, se dan en América Latina: en Argentina —con la
filosófico-política en que conscientemente se ubicaban
influencia de Jaurès— están los socialistas expresamente
los viejos, lo consideraron un anacronismo, explicable
republicanos Alfredo Palacios y Carlos Sánchez Viamonte;
por su adhesión a las experiencias táctico-políticas
en Perú, el comunista José Carlos Mariátegui (quien
juveniles de la Europa de 1848.
acuñó el interesante concepto de «falsas repúblicas» para
Cuando Vladimir I. Lenin y los socialdemócratas
los regímenes políticos latinoamericanos que fundaron
bolcheviques parecieron desafiar a la socialdemocracia
su independencia política en la exclusión del grueso de
internacional mayoritaria en las Revoluciones rusas de
la población indoamericana); y en Cuba, por supuesto,
1905 y 1917 —aquello de «todo el poder a los soviets»
aparte del extraordinario antecedente del demócrata
leninista fue un calco, de todo punto consciente, de la
revolucionario José Martí, está Raúl Roa, que nunca
táctica de Maximilien Robespierre en agosto de 1792,
perdió la autoconciencia republicano-democrática del
que desembocó en el derrocamiento de la monarquía
marxismo originario.
Memoria, ideario y práctica de la democracia. Entrevista con Antoni Domènech 127

Se ha hablado de «democracias burguesas», como
más importantes publicados en los últimos años
también se habla de «democracias liberales»…
como fuente para la investigación de la historia del
comunismo estalinista.2
Sí, es extraordinario. Salvo en Francia, la
constitucionalización de la democracia, entendida
¿Cómo puede ligarse «república democrática» y
como régimen con sufragio universal y control
«dictadura del proletariado»?
parlamentario del gobierno, fue introducida siempre y
por doquier por gobiernos obreros tras el desplome de
Es una pregunta muy importante, y permite
las monarquías meramente constitucionales (sin control
entender mejor lo que se quiere decir cuando se habla
parlamentario) continentales: en noviembre de 1918,
de la tradición política republicana en que se hal a el
en Alemania, tras proclamarse la Primera República
pensamiento de Marx.
por el gobierno de los dos partidos socialdemócratas
La idea de «dictadura» de Marx (y Engels) difiere
(el «mayoritario» y el «independiente», en el que
de lo que entendemos por «dictadura» en el siglo
estaban reunidos, otra vez, Kautsky, Bernstein y Rosa
xx. En la filosofía política y del derecho tradicional,
Luxemburgo); los laboristas concedieron el sufragio
hasta bien entrado dicho siglo, era una institución
universal (masculino) con su primer gobierno, el de
republicana bien definida en el derecho romano: en
MacDonald en 1918 (y en 1927, el femenino, bajo su
situación extrema de guerra civil, el «pueblo romano»
segundo gobierno). Lo mismo sucedió en Austria, en
—en realidad, el Senado fuertemente oligárquico—
Hungría, etc., y trece años después, en España, con un
encargaba, como fideicomitente, a un dictator (en
gobierno de coalición entre el PSOE y distintas fuerzas
calidad de fideicomisario) la tarea de restaurar el
de la izquierda burguesa republicana.
orden civil republicano amenazado por el desgarro
Lo extraordinario es que los viejos partidos liberales
social y militar. Tal encargo estaba limitado a un lapso
de honoratiores decimonónicos, monárquicos y
—por lo general, seis meses—, transcurrido el cual, el
abiertamente hostiles a la democracia, encarnizados
dictator, como mero fideicomisario que era, tenía que
defensores del sufragio censitario y opuestos —salvo
rendir cumplida cuenta ante el Senado y responder por
en Inglaterra— al régimen parlamentario de control
sus actos. Esa noción comisaria de «dictadura» es la
del ejecutivo, que habían dominado la escena política
clásica, que se puede encontrar en todos los escritores
de las monarquías constitucionales europeas del siglo
políticos importantes hasta el siglo xx: Jean-Paul
xix y comienzos del xx, desaparecieron para siempre
Marat, por ejemplo, en 1792, exigió a Robespierre
de la escena con la l egada de la democracia republicana
que se convirtiera en dictador republicano (a lo que
parlamentaria. Desde 1918, ningún partido liberal ha
el Incorruptible se negó); y todavía en mayo/junio de
vuelto a ganar unas elecciones en Europa. Pero a esos
1936, en plena conspiración militar y civil contra la
regímenes democrático-parlamentarios se les l ama
Segunda República española, el gran civilista Felipe
ahora democracias «liberales», o «burguesas». La
Sánchez Román —redactor del Programa del Frente
eficaz propaganda bolchevique contra estas últimas,
Popular en las elecciones de febrero de 1936— aconsejó
entendible en la situación desesperada de la Guerra
al presidente Manuel Azaña que instaurara una
civil, consiguió regalar a la «burguesía» (al «tercer
«dictadura republicana» para destruir a la reacción y
Estado») y al «liberalismo» el resultado político capital
salvar la República (a lo que Don Manuel se negó).
de la lucha de cuatro generaciones del «cuarto Estado»,
Con distintos acentos en los últimos años de su vida,
y en particular, del movimiento obrero industrial. (Hay
Marx y Engels pensaban o intuían que los burgueses
que recordar que en el Manifiesto Comunista, Marx y
y las clases rectoras capitalistas no se al anarían con
Engels presentan el socialismo y el comunismo como un
facilidad a un triunfo de la democracia (el fascismo
«ala de la democracia», es decir, como una parte —en
europeo vino a confirmar su intuición), y que lo más
ascenso, dada la dinámica ferozmente expropiadora del
probable era un período de transición turbulento, quizá
capitalismo industrial— del movimiento político del
guerracivilista, que exigiría una dictadura republicana
«cuarto Estado», del menu peuple robespierreano.)
fideicomisaria, obligada a dar cuenta al fideicomitente
Lo que vino después es de sobra conocido: la idea
(al démos), y a eso le llamaron, en un esquema
de que la democracia es «burguesa» (o al menos,
de razonamiento tradicionalmente republicano,
que hay una, oponible a otra no burguesa) terminó
«dictadura del proletariado».
por ser una consigna legitimatoria y perfectamente
Por desgracia, para la suerte de este concepto
manipulable por el régimen de terror estalinista que
marxiano originario, «dictadura» ha venido a significar
empezó a imponerse en la URSS a partir de 1928.
en el siglo xx algo muy distinto: las de Stalin, Benito
En conclusión, hoy podemos probar que Stalin tuvo
Mussolini, Adolfo Hitler, Francisco Franco e tutti
perfecta conciencia de el o, como puede apreciarse en
quanti no han sido dictaduras comisarias, sino
los Diarios de Jorge Dimitrov, uno de los documentos
terribles tiranías soberanas, sin plazo definido —el
128 Julio César Guanche

Tercer Reich tenía que durar «mil años»— ni, como
propia, desfigurándola, la tradición política histórica
es obvio, necesidad de rendir cuentas a nadie (salvo,
de la libertad republicana. Y luego, gracias en buena
acaso y muy parcialmente, como en el caso de Hitler
parte al regalo de los «marxistas» del siglo xx, fabricar
(y de Mussolini), a la oligarquía industrial, financiera
académicamente, como «democrático», su propio
y terrateniente que los financió —los Krupps, los
pasado.
Thyssen, los Abs, los Pferdemenge, etc.—, y que por lo
mismo, fue penalizada y condenada en la segunda parte
Usted afirma que el tema de la democracia en Marx
de los Juicios de Nuremberg después de la Segunda
queda reenfocado —extendido, profundizado, rindiendo
guerra mundial.
nuevas consecuencias—, si se analiza a este como un
Ello constituye un buen indicio de que el
republicano. Pero, vayamos por partes, ¿qué hace a Marx
republicanismo revolucionario de Marx y Engels,
un pensador republicano?
del «marxismo originario», contra lo que pensó la
socialdemocracia marxista alemana del cambio de siglo,
Primero, es necesario leerlo directamente, como
significa en su obra, mucho más que al acotado mundo de
un clásico, es decir, con la debida acribia filológica y
sus juveniles experiencias políticas cuarentaiochescas.
con la necesaria atención a la historia contextualizada
de los conceptos. Así, se evidencia que la formación
El liberalismo ha reescrito esa historia y presenta
básica de Marx (como jurista romanista, discípulo
como historia liberal la que en realidad corresponde
de Savigny, como helenista y luego como economista
al republicanismo. En su lectura, ¿cuál es el origen
político, estudioso de Adam Smith y David Ricardo,
del liberalismo? ¿Qué sentidos políticos despliega y
entre muchos otros, y finalmente, en su compromiso
defiende?
político inicial, como admirador de la democracia
revolucionaria de la Primera República francesa
En efecto, a eso han contribuido muchas cosas.
de 1793), tiene una clara ascendencia republicana,
Una de ellas —no la más importante en términos
localizada en cuatro puntos fundamentales: 1) su
de política real, pero sí desde el punto de vista de
concepción antihobbesiana de la ley y del derecho; 2) la
la investigación científica historiográfica— es la
de la libertad como un derecho constitutivo inalienable;
práctica habitual de una historia de las ideas políticas
3) la fideicomisaria de la autoridad y del poder políticos,
completamente desentendida de la historia de los
en tanto le impone un contenido de comisión que se
conceptos. «Liberalismo» es un término nacido en
encarga a alguien en caso y tiempo determinados y
1812, en las Cortes españolas de Cádiz, y consagrado
controlado siempre por el fideicomitente; y 4) la
en la Francia de la monarquía orleanista (traída por
fiduciaria de la naturaleza de la propiedad de los medios
la «revolución» de julio de 1830). Su significado en
de existencia y de producción.
la Europa decimonónica era inequívoco: los partidos
liberales eran monárquicos moderados, y apostaban
Empecemos por el principio y avancemos paso a paso. En
por una monarquía meramente constitucional, no
primer lugar, usted está diciendo que el Derecho y la ley
absolutista (es decir, con un Rey embridado por
son la única y misma cosa, que el Derecho no se opone a
una ley fundamental), con sufragio censitario (en
la ley y que la ley es el fundamento de la libertad.
la monarquía orleanista solo votaban los varones
muy ricos: 2% de la población masculina con mayor
Esto fue obvio prácticamente hasta el siglo
patrimonio declarado) y sin forma parlamentaria de
xviii. Para la tradición republicana, la libertad
gobierno: existía un Parlamento, pero este no tenía
política es una creación del derecho y de la ley. La
capacidad para derribar gobiernos; la formación
mayoría de los escritores políticos importantes
del gabinete ejecutivo era potestad exclusiva del rey
pensaba así por la enorme y duradera influencia del
constitucional, y su elección y su continuidad en el
derecho romano republicano. Pero en el xvii una
ejercicio del poder no dependían de la mayoría o
excepción muy importante fue Thomas Hobbes, que
minoría parlamentaria, sino de la voluntad real. El
sostuvo exactamente lo contrario. Este afirmaba,
«liberalismo» nació en Europa occidental (incluida
particularmente en Leviathan y en De Cive, que derecho
Gran Bretaña) como reacción a la Primera República
y ley son cosas opuestas: «Law is a fetter; Right is
democrática francesa: era, pues, antirrepublicano,
freedom, and they differ like contraries».
antidemocrático y antiparlamentario.
La ley positiva objetiva sería un «grillete» (fetter) que
Por eso es un anacronismo —aparte de materialmente
ata o restringe la libertad de las personas; en cambio,
falso— decir que John Locke o Immanuel Kant o
el derecho, o los derechos, serían materia «subjetiva»:
Adam Smith eran «liberales». Lo que hizo luego el
capacidades, poderes de los individuos para hacer
liberalismo decimonónico, cuyo concepto de «libertad»
cosas y emprender cursos de acción, capacidades o
es básicamente el de Hobbes, fue anexarse como
poderes subjetivos más o menos autoatribuidos que
Memoria, ideario y práctica de la democracia. Entrevista con Antoni Domènech 129

Esta tesis es capital: si la libertad es una creación de la ley, soy libre porque la ley
me ha constituido como libre. Soy libre porque tengo derechos «constitutivos»,
porque hay leyes que me constituyen como tal.
engendrarían obligaciones en otros. Hobbes, como
Esta es otra de las causas de que hoy resulte más difícil
filósofo político, no fue muy importante en su época.
de comprender, pues la hostilidad a la Ilustración —el
Su conversión en gran filósofo de la política fue, hasta
liberalismo político decimonónico europeo fue, entre
cierto punto, una fabricación anacrónica del siglo xix
otras cosas, una reacción a la radicalidad de los valores
(al estilo de la que se hizo con Juan Jacobo Rousseau:
éticos, políticos, estéticos y epistemológicos ilustrados—
Gabriel B. de Mably, por ejemplo, fue en buena
ha contribuido a desfigurar retrospectivamente su
medida más importante para sus coetáneos, incluido
pensamiento.
Robespierre).
La idea hobbesiana de la ley como grillete fue
¿Qué significa, en segundo lugar, que la libertad sea
rescatada, a modo de reacción a la Primera República
«inalienable»?
francesa y a los Derechos Humanos y Ciudadanos de
la Revolución, por Jeremy Bentham a fines del siglo
Esta tesis es capital: si la libertad es una creación de
xviii y comienzos del xix: «Los derechos son un
la ley, soy libre porque la ley me ha constituido como
sinsentido, y los derechos humanos, un sinsentido
libre. Soy libre porque tengo derechos «constitutivos»,
elevado a la enésima potencia». Y luego, refabricada
porque hay leyes que me constituyen como tal.
a gran escala a lo largo del xix, hasta convertirla en
Este tipo de derechos constitutivos se distingue
la posición dominante en la filosofía académica del
de los «instrumentales», porque no puedo alienarlos,
derecho, prácticamente hasta hoy. John Austin —el
no puedo venderlos o regalarlos. Si tengo derecho de
gran jurista británico inmediatamente posterior a
propiedad privada sobre cualquier bien —un derecho
Bentham— canonizó con la debida pompa académica
instrumental—, puedo venderlo o regalarlo más o
esta tesis, que terminó formulada de manera más
menos como me acomode, pero no puedo hacer lo
o menos precisa en el utilitarismo y el positivismo
mismo con mi ciudadanía española ni mi derecho de
jurídicos del siglo xx.
sufragio. No puedo vender o regalar mi derecho a la
El positivismo jurídico tiene como idea básica que
vida. Los contratos de esclavitud voluntaria son írritos
las leyes son órdenes, incontestadas e incontestables,
y nulos de pleno derecho: no puedo firmar un contrato
dictadas por el soberano, normas positivas que
vendiéndome como esclavo a nadie.
actúan como gril etes o restricciones de la libertad.
La importancia de este enunciado no puede ser
Esa concepción, parte de la reacción conservadora a
mayor: si el derecho público con que hoy contamos no
la Revolución francesa, es completamente opuesta a
fuese de molde republicano, con origen en el derecho
lo que podríamos describir como el sentido común
romano (en el que, obvio es decirlo, eran nulos de
iusfilosófico hasta finales del siglo xviii, y resulta
pleno derecho los contratos voluntarios de esclavitud),
incompatible con la herencia filosófica y jurídica del
estarían permitidos los contratos voluntarios de
derecho romano y de la Ilustración dieciochesca.
compra-venta de esclavos y los contratos «libres» de
De su éxito en la práctica puede dar testimonio
asesinato.
el que, contra lo afirmado por los ignorantes
Esta concepción romanista clásica de la
manuales de historia de las ideas al uso, los derechos
inalienabilidad de la libertad fue objeto de un gran
humanos prácticamente desaparecieran del derecho
debate iusfilosófico en el mundo moderno. En
constitucional en todo el mundo durante ciento
cierto sentido, la reafirmación moderna del carácter
cincuenta años: desde el golpe de Estado termidoriano
inalienable de la libertad civil o política fue desarrol ado
contra Robespierre en 1794 hasta la Declaración de
por la Escuela de Salamanca en la primera mitad del
Naciones Unidas de 1948. Contra lo que suele creerse
siglo xvi, y sentó uno de los pilares de la filosofía política
acríticamente, los derechos humanos no regresaron
republicana del mundo moderno y contemporáneo,
en serio al lenguaje del derecho constitucional, sino
precisamente en respuesta crítica —y autocrítica— a
después de la catástrofe de la Segunda guerra mundial,
la «conquista y destrucción de las Indias» por los
con la victoria militar y política contra el nazifascismo
encomenderos españoles (y portugueses). El gran
y la mencionada Declaración.
dominico Francisco de Vitoria y sus discípulos,
La visión iusfilosófica del joven Marx sobre este tema
también dominicos, Domingo de Soto y Bartolomé
era de todo punto antihobbesiana, y podemos conjeturar
de las Casas, y luego, el gran polígrafo jesuita, Juan de
que le viene de su formación iusromanista. Marx es,
Mariana, defendieron todos la inalienabilidad de la
también, en cierto sentido, el último filósofo ilustrado.
libertad. Ese debate tuvo consecuencias fundamentales,
130 Julio César Guanche

y se dio en un contexto de oposición decidida de la
como de la «esclavitud moderna», siguen esa
esclavización y avasal amiento económico y político
tradición republicana clásica. Conforme al derecho
de las poblaciones americanas originarias.
civil republicano romano, quien firma un contrato
El principal contendiente de los defensores
de servicios, no puede ser sui iuris, ciudadano libre,
salmantinos de esas poblaciones fue, como es harto
de derecho propio, sino, como los esclavos (y las
sabido, el erudito (y traductor de Aristóteles) Juan
mujeres no huérfanas o no viudas), alguien no libre,
Ginés de Sepúlveda, el primer intelectual orgánico,
no propiamente ciudadano, sino sujeto a «derecho
por así decirlo, del partido de los encomenderos
ajeno», alieni iuris (de aquí la idea kantiana, hegeliana
colonizadores del Nuevo Mundo. Sepúlveda
y marxiana de la «alienación» de las clases subalternas,
argumentaba todavía de forma tradicional,
privadas de propiedad y medios de existencia propios).
neoaristotélica (los indios serían «esclavos por
La impugnación del trabajo asalariado —convertido
naturaleza», y por lo mismo, incapaces de libertad),
por el capitalismo moderno en la relación social
sin atreverse a revisar la noción clásica de libertad
de producción preponderante— por parte de Marx
inalienable. Pero, tras la derrota política —no filosófica—
trae, pues, su origen normativo o iusfilosófico en
de lo que tal vez podríamos l amar el partido español,
su defensa republicana de la inalienabilidad de la
anticolonizador y antiesclavista, de la libertad
libertad (y en su afirmación republicano-democrática
republicana, comenzó a imponerse otra visión,
de la universalización social y política de la libertad
anticlásica, de la libertad, más eficaz ideológicamente
inalienable).
a la larga que el ideario de Sepúlveda.
El gran filósofo tardoescolástico Francisco Suárez
¿Qué hay de nuevo en la concepción fiduciaria del poder
fue el primero en disputar el carácter inalienable de la
en el republicanismo moderno, Marx incluido?
libertad.3 Y en eso, que es una reformulación crucial del
concepto de libertad republicana clásica, fue seguido
Locke fue quien elaboró el contenido moderno de
por Hugo Grocio, von Pufendorf y por Hobbes. En
la fiduciarización del poder, una estructura conceptual
cambio, Locke y Kant siguieron atenidos al concepto
recibida del derecho civil privado romano. La idea es
republicano clásico de la inalienabilidad de la libertad,
que la autoridad política ha de entenderse como un
reafirmada por los salmantinos.
fideicomiso: los magistrados políticos no son sino
La innovación suareziana no solo permitiría
fideicomisarios, fieles servidores —minister significa
justificar filosóficamente la conquista y la servidumbre
sirviente— del fideicomitente, que es el conjunto de
coloniales, sino también, en Europa, el trabajo asalariado
los ciudadanos libres. La palabra de que se sirve Locke
(considerado por Aristóteles, Cicerón y toda la tradición
en el Segundo Tratado del gobierno civil es trustee,
republicana clásica, la democrática y la antidemocrática,
la traducción al inglés de «fideicomisario». Aunque
como «esclavitud a tiempo parcial»).
la autoridad política sea real —en eso sigue, como
El fiscal James Cook, que instruyó la causa que l evó
es obvio, a nuestro regicida Juan de Mariana—, esa
al patíbulo a Carlos I de Inglaterra, no se privó de invocar
autoridad no es sino fideicomisaria: los ciudadanos, en
expressis verbis en su requisitoria la autoridad filosófica
cuanto fideicomitentes, encargan a un fideicomisario
de Juan de Mariana. Así pues, resulta claro que el núcleo
la tarea de la gobernación, y por lo mismo, pueden
político-filosófico del programa de las revoluciones
deponerlo sin más al sentirse subjetivamente
populares republicanas modernas europeas de los
traicionados en su confianza.
siglos xvii y xviii —Holanda, Inglaterra, Francia— se
Hay que observar que una relación fideicomisaria
fraguó en muy buena medida en la España del xvi,
es muy distinta de una jurídica contractual. Los
señaladamente con la reacción de los iusfilósofos
contratos entre libres son siempre idealmente
salmantinos, críticos radicales de la «conquista y
incontestables, en la medida en que la distribución
destrucción de las Indias».
de la información entre las partes es simétrica.
Cicerón recuerda en los Oficios que mientras el
En cambio, una relación civil fideicomisaria está
contrato de obra (locatio conductio opera) se considera
basada en una distribución asimétrica.
en el derecho civil republicano romano como un
El fideicomitente (o «principal») tiene interés
contrato entre «hombres libres», el de servicios
en que se haga algo, pero no tiene por lo general ni
(locatio conductio operarum), característico del
información ni tiempo suficientes para actuar por
trabajo asalariado, no es una relación entre hombres
sí mismo. Piénsese en la relación entre un paciente
(republicanamente libres), pues se funda en el hecho
(fideicomitente o «principal») y el médico que le trata
de que quien vende su fuerza de trabajo a otro no
(el fideicomisario o «agente»): este último sí tiene la
puede vivir, existir socialmente, sin pedir permiso
información, pero no necesariamente pretende actuar
a otro, aliena en parte su libertad. Cuando Adam
en el sentido que el fideicomitente. Cualquier contrato
Smith y luego Marx hablan del trabajo asalariado
civil que se firmara entre ambos sería tendencialmente
Memoria, ideario y práctica de la democracia. Entrevista con Antoni Domènech 131

contestable (porque al principal —y al posible juez que
—incluida la jurisdicción señorial— concedido a
tuviera que entender del caso— les resultaría difícil el
modo de fideicomiso por el soberano, en calidad
acceso a la información para saber si el agente, en caso
de fideicomitente que velaba por el bien común o
de que las cosas vayan mal, ha actuado con eficiencia
la utilidad social de la apropiación privada del bien
y honradez. Por eso en las relaciones fiduciarias la
en cuestión. Por otro lado, la llamada propiedad
tradición jurídica republicana ha tendido a dar al
comunal de tierras, bosques, ríos, lagos, etc.,
fideicomitente la posibilidad —que no existe en los
significaba la entrega —también en fideicomiso— de
contratos civiles— de romper de manera unilateral su
un recurso de titularidad pública para su apropiación
relación con el fideicomisario, sin más que manifestar
en común a una comunidad. En buena medida,
su pérdida de confianza en él.
las tierras comunales fueron la fuente principal de
En esa tradición está el celebérrimo dictum
libertad popular en la Europa occidental medieval e
(lockeano) de Robespierre: el pueblo es bueno, y el
incipientemente moderna, y en España —tanto en
magistrado corruptible, y por lo mismo, el pueblo
Castil a como en el Reino de Aragón y Cataluña—,
puede deponer al magistrado en cualquier momento,
la base de la gran tradición española de democracia
sin más que manifestar su pérdida de confianza en él.
municipal o comunera, con sus «concejos abiertos» a
O de su idée fixe (que viene de Juan de Mariana, como
todo el mundo —incluidas las mujeres— y sus «juntas
la propia Marianne, símbolo hasta hoy de la República
de buen gobierno».
francesa), según la cual, la autoridad política debe
El desarrol o de las monarquías de origen germánico
temer siempre al pueblo: una población incapaz de
en Europa occidental está basado en buena medida en
amedrentar al poder político es una población esclava,
una alianza entre la democracia municipal, fundada
una colección más o menos amorfa de individuos
en la propiedad en común, y los monarcas, contra los
sujetos al imperium, una masa de súbditos, no un
repetidos y porfiados intentos de los señores feudales
pueblo republicanamente constituido.
de apropiarse privadamente de los comunes y, al propio
Esto no es una tesis antropológica más o menos
tiempo, liberarse o desvincular su propiedad de la
«moderna» sobre la «bondad» humana (en este caso, del
relación fideicomisaria.
«pueblo»), como sostienen tantos filósofos despistados;
Con muy distintos acentos en Inglaterra, en
sino la traslación a la concepción del poder y la autoridad
Francia, en los territorios germánicos y en España,
política de una viejísima tradición iuscivil, de todo
el afianzamiento de las monarquías absolutas en
punto realista y amplia y tradicionalmente aceptada
Europa occidental en los siglos xvi y xvii significa la
en la regulación normativa de las relaciones fiduciarias
progresiva ruptura de esa alianza entre la democracia
—asimétricas con respecto a la información— entre
popular comunera y las monarquías, y la puesta del
agentes privados (republicanamente) libres.
absolutismo monárquico consolidado al servicio
del cercamiento de tierras y la privatización, con
Vamos, entonces, al cuarto y último punto en la
tendencia excluyente y exclusiva, de los medios
caracterización básica de la tradición republicana
de existencia. De la gigantesca oleada de luchas de
moderna: la concepción fiduciaria de la propiedad.
clases en que se vertebró este proceso durante siglos
nació en la Inglaterra meridional del siglo xvi el
Esta cuestión está relacionada con la anterior, con
núcleo de la dinámica económica, social y política
la de la concepción fiduciaria del poder y la autoridad
que ahora llamamos «capitalismo». Y no como
política, tanto en lo conceptual, como en lo histórico.
triunfo, según sostiene el «marxismo» vulgar del
En la Política de Aristóteles se especifica que hay
siglo xx, sino como derrota de las clases populares: el
cuatro tipos básicos de propiedad: 1) común con
«capitalismo» moderno no es una evolución natural
apropiación común; 2) común con apropiación privada;
y «superior» del «feudalismo» europeo-occidental;
3) privada con apropiación común; y, por último, 4)
es más bien el resultado de la victoria política de las
privada con apropiación privada. La cuarta es lo que
viejas clases rectoras terratenientes, de las burocracias
se ha l amado, a partir del xix, propiedad «liberal»
absolutistas, de la alta finanza, del alto clero y del
clásica. En cambio, las tres primeras, en la Europa
tercer estado (burgués) frente a las luchas seculares
occidental bajomedieval tendieron a verse así: todas las
de los campesinos, y en general, de quienes vivían
tierras y recursos naturales eran en realidad propiedad
por sus manos, del cuarto estado, del démos, del
del Príncipe, del Rey o del Emperador de turno, y era
menu peuple robespierreano. La victoria política
el Soberano el que concedía, como una especie de
—que cierra provisionalmente siglos de rebeliones,
fideicomiso, la apropiación —privada o común— de
insurrecciones y revoluciones populares— de lo
esos recursos.
que Robespierre l amó atinadamente la «economía
La propiedad privada de tipo feudal no era
política tiránica» sobre lo que no menos atinadamente
un dominium plenum, sino un dominium utile
l amó «economía política popular». Lejos de ser una
132 Julio César Guanche

«revolución burguesa», la francesa fue, a la vez, la
punto determinados derechos sociales (ahora
última gran jacquerie medieval y —con la Primera
amenazados por la ofensiva neoliberal de los últimos
República democrática de 1793— el primer combate
lustros), pero al precio de blindar también, en
anticapitalista y anticolonialista serio, del cual fue
contrapartida, un esquema no republicano-fiduciario,
heredero directo el movimiento obrero socialista
no propiamente democrático, de la propiedad,
de los siglos xix y xx, entendido históricamente
un esquema —«economía social de mercado»—
como la continuación, tras la primera revolución
políticamente intocable incluso en el caso de disponer
industrial, del programa republicano-democrático
de mayorías parlamentarias abrumadoras.
de la «economía política popular» encarnado en la
Por último, en lo tocante a la propia República de
divisa de la «fraternidad».
México, el neoliberalismo de Eduardo Salinas se encargó
El soberano republicano-democrático —el pueblo—
a fines de los años 80 de «reformar» la Constitución
se convierte así en el propietario último de los recursos y
revolucionaria y abolió —entre otros, pero muy
las riquezas de la nación, y todas las formas de propiedad
señaladamente— el celebérrimo artículo 27.
existentes son fideicomisos de la República. Eso excluye,
como es obvio, a la propiedad «liberal» clásica, exclusiva
Ya ha descrito los cuatro puntos que considera claves
y excluyente, y quedan como posibilidades abiertas a una
como núcleos de la tradición republicana, sin los
República democrática, universalizadora de la libertad
cuales no puede entenderse el significado del marxismo
republicana: 1) la propiedad común comúnmente
originario. Resumamos: la tradición liberal sería una
apropiada (por ejemplo, las tierras ejidales); 2) la
tradición reciente, decimonónica, surgida como reacción
propiedad privada comúnmente apropiada (las
a la Revolución francesa. Tiende a una visión de la ley, de
cooperativas de trabajadores); y 3) la propiedad privada
ascendencia hobbesiano-utilitarista, como algo opuesto
individualmente apropiada fundada en el trabajo
a los derechos. Tiene, además, una concepción de la
personal (el programa jeffersoniano originario de la
«libertad» poco amiga de su inalienabilidad, así como
República norteamericana de pequeños campesinos
una noción no fideicomisaria de la autoridad política.
—«granjeros»—, por ejemplo), con exclusión de la
Y, en cuarto lugar, tiende a ver los derechos de propiedad
propiedad privada individualmente apropiada fundada
como derechos de propiedad y apropiación exclusiva y
en la explotación del trabajo ajeno (de esclavos o de
excluyente, no como dimanantes de un fideicomiso.
asalariados, «esclavos a tiempo parcial»).
Se puede ver desplegada como acción constitucional
Los idearios de los partidos liberales histórica
esa idea republicano-democrática (y socialista) de la
y realmente existentes en la Europa del xix, en
fiduciarización de la propiedad, por ejemplo, en el
efecto, se articulaban programáticamente en torno
famoso artículo 27 de la Constitución mexicana de
a esos cuatro puntos. En varios países de América
1917. En él se declaraba que la propiedad (también
Latina, «liberalismo» tiene unas connotaciones más
la privada) cumple una «función social», y —de
progresistas o aun revolucionarias: eso es así, todavía
fundamental importancia— que su determinación y
hoy, en Colombia o en Ecuador, por ejemplo. Pero
cumplimiento quedaba en manos del Legislador (es
observe que no hay partidos nominalmente «liberales»,
decir, del Parlamento). Ese artículo fue literalmente
salvo, de forma institucionalmente relevante, en
plagiado por Hugo Preuss en la redacción de la
Colombia, en ninguna República histórica, solo en
República de Weimar (1919), por el demócrata Hans
las monarquías meramente constitucionales: no en
Kelsen y el socialista Karl Renner en la redacción de la
Argentina, ni en México, ni en Francia. Los partidos
Constitución de la Primera República austríaca (1919)
liberales casi desaparecieron como fuerza política de
y por Luis Jiménez de Asúa en la de la Constitución
peso en toda Europa con la llegada de las repúblicas
de la Segunda República española (1931). En buena
democráticas (o de la plena parlamentarización de
parte, también por los redactores de la soviética
las monarquías, como en el caso británico o el sueco)
(1918). Es muy interesante observar que ninguna
tras la Gran guerra, en 1918: en Alemania, en Austria,
de esas Constituciones democráticas que regulaban
en la España de la Segunda República… Nunca hubo
el régimen de propiedad inspiradas en el artículo 27
un partido «liberal» en la República estadounidense
mexicano ha sobrevivido. Recuérdese que el fascismo
(«liberal» significa hoy allí —y desde los años 30 del
acabó con la Constitución española y el estalinismo con
siglo xx— cualquier cosa que suene a izquierda, pero
la Constitución soviética de 1918 y con su regulación
no ha habido un partido liberal). Canadá, en cambio,
fiduciaria de la propiedad.
súbdito de la Corona británica, tiene uno.
Las Constituciones de las democracias restauradas
Marx dijo a comienzos de la década de los 50 del
tras la Segunda guerra mundial en Europa (como
siglo xix (en El 18 de Brumario de Luis Bonaparte)
la alemana, la austríaca y, en 1978, la monárquico-
algo premonitorio: la forma republicana de gobierno
parlamentaria española) blindaron hasta cierto
en Europa era revolucionaria y subversiva, inasimilable
Memoria, ideario y práctica de la democracia. Entrevista con Antoni Domènech 133

por el sistema, debido al anquilosamiento de la
moral; sino también grandes alabanzas a la capacidad
división de la sociedad europea en clases, mientras
tecnológicamente innovadora del modo de producir
que, en los Estados Unidos, con unas barreras de clase
capitalista y de la burguesía industrial moderna, de
más difuminadas, con mayor movilidad social, con
su impulso mundializador de la vida económica, de
menor presencia de fuerzas sociales y culturales, con
su poder disolvente de estructuras sociales y políticas
tradiciones históricamente asentadas y trasmitidas
decadentes o anquilosadas: «todo lo sólido se desvanece
intergeneracionalmente de economía política popular
en el aire».
y resistencia a la economía política tiránica, la forma
No hay sino recordar la carta a Vera Zasulich de
republicana de Estado —no la república integralmente
1881 sobre la posibilidad de que la vieja comuna rural
democrática— era asimilable por el capitalismo
rusa pudiera ahorrarse los horrores y los dolores de
norteamericano.
la privatización y desposesión capitalistas europeo-
Marx tenía una visión histórica de lo que nosotros
occidentales y atreverse a una transición directa hacia
l amamos «capitalismo» (un sustantivo, por cierto,
una vida económica tecnológicamente avanzada de
que nunca empleó). La aceptación de este sustantivo
impronta socialista, para darse cuenta de que el viejo
ha contribuido en algo a perder de vista el carácter
Marx había corregido treinta y pico de años después,
histórico, como fuerza o conjunto de fuerzas dinámicas
su optimismo trágico-progresista, heredado de Hegel
históricas, de lo que Marx l amó «modo de producir
—«la historia avanza por sus peores lados».
capitalista». El paroxismo de esa visión ahistórica del
Han pasado cerca de ciento treinta años desde la
«capitalismo» lo representó el marxismo académico
muerte de Marx. El de hoy es un mundo en el que
estructuralista francés de los años 60 y 70, luego
las fuerzas dinámicas del capitalismo han seguido
tan influyente en todo el mundo, empezando por
actuando, en muchas cosas, del modo presagiado por
Inglaterra (a través de la segunda época de la New Left
Marx; en otras, de manera impensable para este. Pero
Review) y terminando por América Latina. Pensadores
ese mundo nuestro no es solo uno social y política y
como Louis Althusser y sus amigos presentaron el
espiritualmente hecho en régimen de exclusividad por
«capitalismo» como una especie de sistema estructuro-
la burguesía industrial y modelado en exclusiva por las
funcionalmente integrado, con su base económica,
fuerzas históricas dinámicas que Marx l amó «modo
sus funcionales sobreestructuras estatales, jurídicas
de producir capitalista». Es un mundo modelado y
e ideológicas, sus «aparatos ideológicos de Estado» y
construido también, a la contra, por nosotros, por el
toda esta cháchara vaciada de empiria, teóricamente
movimiento obrero, por las clases populares, por los
escolástica e históricamente falsaria.
pueblos colonizados, por los humillados y condenados
Marx dedicó buena parte de su juventud y toda su
de la Tierra.
madurez al estudio analítico-empírico de un conjunto
Nosotros, y no los burgueses o el «capitalismo»,
de fuerzas dinámicas históricas, a las que l amó «modo
hemos construido el molde republicano de nuestro
de producir capitalista», y al impacto causal de estas
derecho público actual; hemos logrado instituir
en el conjunto de la vida económica, social, política
jurídicamente en ámbitos cruciales de la vida social el
y espiritual. Primero se centró en Inglaterra, el lugar
carácter inalienable de la libertad humana. Incluso en
de nacimiento de su dinamismo, y luego pasó a la
zonas de máxima y vital importancia para los burgueses
expansión de esas fuerzas dinámicas a escala mundial.
y para el «capitalismo», hemos desarrol ado el moderno
Libre de todo eurocentrismo, Marx murió investigando
derecho laboral democrático, y gracias a nosotros existe
con la misma curiosidad, la misma amplitud de
la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cuyo
intereses científicos y el mismo vigor intelectual de
lema fundacional —«el trabajo no es una mercancía»—
siempre; sabiéndose ignorante, y muy autocrítico de
es también cosa nuestra.
la obra hecha, como todos los grandes sabios, pero
Nosotros, y no la burguesía o el «capitalismo»
sabiendo a ciencia cierta, entre otras cosas, que no
hemos traído el sufragio universal (el masculino y el
hay un «capitalismo» canónico, sino muchas formas
femenino); hemos traído las repúblicas, los regímenes
en que ese complejo de fuerzas dinámicas que es el
plenamente parlamentarios, los sindicatos obreros y
«modo de producir capitalista» puede tener impacto
los modernos partidos políticos de masas (tan distintos
causal y remodelar política, económica, ecológica
de los viejos partidos de honoratiores conservadores
y espiritualmente a distintas formas históricas de la
o liberales del xix); hemos conseguido derrotar al
vida social en distintas culturas, continentes, pueblos
nazifascismo y traer de vuelta, ciento cincuenta años
y encrucijadas temporales y geopolíticas.
después de su eclipse termidoriano, los inalienables
En el Manifiesto Comunista de 1848, Marx y Engels
—por constitutivos de la libertad— derechos humanos,
no solo realizaron una crítica devastadora y profética del
civiles, sociales y políticos.
«capitalismo», de su poder destructor y autodestructor,
Nosotros, y no los burgueses, hemos luchado por la
de su injusticia, de su miseria política, de su mezquindad
descolonización y la autodeterminación de los pueblos
134 Julio César Guanche

sometidos del mundo; hemos construido cooperativas
obreras (ochocientos mil ones de personas trabajan
hoy en distintos tipos de el as); hemos desarrol ado y
ensanchado el sector público y la regulación pública
de la economía.
Muchos de nosotros, y no los burgueses o los
«capitalistas», hemos resistido y combatido hasta la
muerte al fascismo y a las terribles tiranías políticas del
siglo xx (incluido el estalinismo); hemos renovado el
arte, la música, la cultura y la ciencia del siglo xx.
Asimismo hoy combatimos contra el neoliberalismo,
esa contrarrevolución en marcha dispuesta a borrar
de la historia, precisamente, la parte tan importante
y decisiva del mundo presente que, con ensayos
audaces y errores a veces colosales —y hasta con
crímenes vergonzosos para los que no cabe siquiera
la indulgencia solicitada por Brecht en su hermoso
poema A los por nacer—, hemos sabido construir con
tanto sacrificio, tanto empeño, inteligencia, terquedad
y tan heroica voluntad de lucha.
Pretenden ahora dejar la vía políticamente expedita
a una tardoburguesía brutal y vulgar y a la recrecida
furia expropiatoria de unas fuerzas dinámicas
tardocapitalistas superlativamente destructoras. Dejar
el paso franco a los «descreadores de la Tierra», como
les l amó el último Manuel Sacristán, para volver a
enseñorearse del mundo a cubierto de un imperio
sostenido por ilotas. ¡No pasarán!
Notas
1. Como parte de esa investigación, ha traducido libros señeros
para este debate, como Liberalismo político, de John Rawls, y
Republicanismo, de Philip Pettit. Ahora, si bien De la ética a la
política (Crítica, 1989), el primer libro de Domènech resulta un
debate muy interesante para la filosofía política y moral republicana,
es con El eclipse de la fraternidad. Una revisión republicana de la
tradición socialista (Crítica, 2004) que crea una obra considerada
canónica sobre el tema.
2. Por ejemplo, Dimitrov anota una conversación con Stalin del
6 de diciembre de 1948, en donde este dice redondamente que, para
Marx y Engels, «la mejor forma de dictadura del proletariado era la
república democrática», lo que «para el os significaba una república
democrática en la que el proletariado tenía un papel dominante, a
diferencia de las repúblicas suiza o americana»; y esa república con
preponderancia obrera tenía «forma parlamentaria». Ivo Banac,
ed., The Diary of Georgi Dimitrov, Yale University Press, New
Haven, 2003, pp. 450-1. El 7 de abril de 1934, anota Dimitrov esta
observación de Stalin: «Los obreros europeos están históricamente
vinculados con la democracia parlamentaria [...] y no entienden
que nosotros no tengamos parlamentarismo» (pp. 12-3).
3. «Por lo mismo que el hombre es dueño de su libertad, es posible
venderla o enajenarla». (Defensio fidei catholicae et apostolicae
adversus anglicanae secta errores, en Francisco Suárez, Opera, v.
24, III.1.2, Traducción Antoni Domènech).
Memoria, ideario y práctica de la democracia. Entrevista con Antoni Domènech 135